Espacios Deportivos y Selectividad Socio - Económica



Comunmente, se tiende a hablar de deportes "populares" y deportes de "elite" o selectivos. Esta diversidad no está exenta en la realidad viñamarina, y la hemos retratado a través de un mapa. El criterio de discriminación entre "deportes selectivos" y "deportes de escasa o nula selectividad", se realizó en función de los siguientes parámetros:
- Accesibilidad de la población -regional o foránea- para la realización de la actividad, en términos de implementos, costos de uso de los recintos, etc.
- Temporalidad de su Uso (período estival, durante todo el año, etc.)
- Accesibilidad en términos de concurrencia (es decir, si se requiere pagar para acceder al evento o se realiza gratuitamente)

En este estudio, pudimos constatar que la mayor accesibilidad está condicionada por la popularidad del deporte. Como el fútbol es la actividad de mayor desarrollo y promoción en nuestro país, no es de extrañar que el Estadio Sausalito sea el punto de encuentro de para toda la población interesada en este deporte, y preferentemente para la de estrato medio - bajo, ya que el precio de las entradas a los torneos realizados en el verano con el propósito de entretener al turista (como la copa Viña Gato, que cuenta con la participación de diversos equipos nacionales y cuyos precios fluctúan entre los $3.300 (galería)y $13.000 (tribunas numeradas). Además, los niños sólo deben pagar $1650. De esta forma, los hinchas del club visitante o los turistas que acceden a esta zona para pasar unos días de descanso, pueden acceder a estos eventos sin mayores complicaciones, independiente de su situación económica.
Otro deporte que consideramos no - selectivo fue el atletismo o jogging, puesto que la ciudad ofrece espacios en los cuales esta actividad se puede desarrollar libremente (como en la extensión de las avenidas Almirante Montt y San Martín). Asimismo, la realización de torneos masivos (como el Adidas Running Tour en la Recta las Salinas), también tienen un carácter gratuito, por lo que toda la poblacion interesada puede acceder.
En el caso de los atletas que participan en torneos organizados por la Federación de Atletismo de Chile,éstos deben pagar un costo de inscripción que es bastante bajo (alrededor de $3000 pesos). Recordemos que Viña del Mar no es una ciudad que se caracterice por poseer infraestructura adecuada para la practica de dicha actividad, y por ende, los torneos realizados en el Valparaíso Sporting Club constituyen casos aislados.
En el caso del básquetbol, voleybol, handbol y artes marciales (taewondo - judo) estas actividades cuenta con todas las facilidades para su práctica. Basta extender una solicitud de uso del gimnasio polideportivo de Sausalito a la Casa del Deporte para efectuar actividades en esos espacios. Ahora, consideremos que la difusión de estos deportes no es masiva, por ende, quienes acuden a estos eventos son preferentemente familiares y amigos de los competidores, quienes no deben pagar su entrada al recinto. La excepción es el básquetbol,actividad que tiene mayor difusión en la zona norte (Antofagasta) y sur del país (Valdivia). En Viña del Mar,se puede asistir a estos torneos pagando un valor que fluctúa entre los $500 y los $1000, incluyendo los de carácter nacional (torneo Dimayor). Además,la práctica del básquetbol no requiere de instrumentos costosos para su práctica (pelota, uniforme apropiado, zapatillas), por lo que resulta una actividad no - selectiva.

En cuanto a los espacios selectivos, cabe considerar que su clasificación está condicionada por los altos costos que implica la ejecución de la actividad.
En primer lugar, aún cuando el tenis se ha convertido en un deporte masivo con los logros de los deportistas Fernando González y Nicolás Massú, podría considerarse como un deporte selectivo. Primeramente, en función de los precios de arriendo de una cancha, cuyos precios fluctúan entre los $2000 y $3000 por hora de juego.Por otra parte, si consideramos que las canchas del Sporting Club y el Club Naval de tenis poseen una superficie de arcilla, requieren de zapatillas especiales para desplazarse en ella, con un valor mínimo de $30.000. Asimismo, la indumentaria bordea los $40.000, y una raqueta de mediana calidad, los $50.000.
Para la inscripción a un torneo amateur de tenis, la cuota supera los $7.000. Ahora bien, si se quiere asistir como espectador a un torneo de categoría -como el ATP de Viña del Mar, que se realizará a fines de enero de 2008 y cuyas entradas ya están a la venta-, los valores alcanzan los $12.500 público general, $20.000 la platea numerada y $25.000 los palcos. Por ende, esta actividad se focaliza a un público de clase media - alta.
En el caso del golf, en tanto, esta selectividad es aún más evidente, y se manifiesta primeramente por la localización geográfica: para acceder al club de campo de Granadillas se requiere tener un vehículo, por hallarse en una zona periférica de la ciudad. Ahora bien, para corroborar la teoría de que el golf es un deporte de difusión en los estratos altos, debemos revisar los precios de la indumentaria y los artículos para jugar: $150.000 en ropa y más de $10.000.000 para la adquisición de un set de palos. Generalmente -y conociendo la situación socio - económica de la ciudad- quienes acuden a este club son personas de alto poder adquisitivo, provenientes de Santiago y poseedoras de sus propios departamentos en la ciudad jardín. Los socios del club pagan una cuota de inscripción al club de 300 UF, más 6 UF mensuales y la obligación de comprar 30 acciones a nombre de Granadilla Country Club. Por ende, la realidad de este deporte se contrapone con la que vive gran parte de la población, y de ahí se explica su escasa difusión.
En el caso de los deportes como el Rugby, su práctica generalmente está condicionada por la tradición. Existen colegios que albergan a alumnos de alto nivel socio económico (como el Saint Margaret y The Mackay School) que tienen sus propios equipos, más otros provenientes de distintas regiones del país. Por ello, el potencial turístico de este deporte se ve condicionado por los torneos que se desarollan durante el año académico, lo que condiciona aún más su limitada difusión.
En el caso de los deportes acuáticos, el velerismo también posee un alto nivel de selectividad. Para formar parte del club de yates de Recreo, hay que adquirir una embarcación cuyo valor puede alcanzar más de $35 mil dólares (unos 19 millones de pesos). En el caso del ski acuático, en tanto, se requiere del arriendo de un bote que pueda guiar el trayecto. No obstante -y producto de su ubicación en espacios abiertos- toda perosna puede observar este tipo de actividad, sin pagar una entrada.
Finalmente, consideramos selectivos a los deportes motorizados, como el motociclismo y el automovilismo (tunning), por cuanto requieren la adquisición de un vehículo que puede superar el millón de pesos en el caso de la moto y más de cinco en el caso del automóvil, sin considerar los aparatos que se le incorporan para que adquiera altas velocidades en un período de tiempo breve. El motociclismo constituye una actividad de mayor tradición que el tunning, carrera compuesta por automóviles condicionados para superar los 200 kilómetros por hora y de gran aceptación en los jóvenes. La zona escogida para la realización de estas actividades es el entorno del Estadio Sausalito, realizándose en este sector torneos de carácter regional.

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